miércoles, octubre 06, 2004

HORAS TONTAS

Suele ocurrirme en otoño, durante esas horas tontas que parecen domingos. En el sofá rojo, junto al balcón, mantita, té y cigarro. De repente y así sin más, pienso en maldades.Me imagino abandonándo a mi mujer, matando a un gato, diciéndole al niñito del quinto cuatro verdades nihilistas, abucheando a un músico callejero, apadrinando palomas, robando en un comercio justo, sincerándome con mis amigos, teniéndo niños o dejándo morir de sed a mis plantas. Lo mejor de todo es que durante ese rato que miro por el balcón sin mirar, no siento ningún remordimiento, nada de nada, pura maldad, hasta que se me acaba los cigarros, el té y las ganas de mantita.

la mosquita.


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