viernes, octubre 08, 2004

INSOMNIO



Los párpados apretados, los labios comprimidos, el latir de reloj, tic, tic, tic y yo que no duermo. Provoco al sueño para que me atrape, pero nada, no le gusto. Me pongo zalamera y me revuelco entre las sábanas, a ver, a ver así. Primero una pierna, luego las dos, cuello, labios, chorro de pelo. Será presumido, vanidoso, creído. La almohada se compadece y me ayuda. Exhibimos nuestra colección de abrazos, los de andenes, los de playa, los furtivos, los que paran el mundo, los que dejan marcas. Nada. Pruebo cadera, pruebo tobillo. Melenaza. Beso al aire, suspiro. Nada que no me agarra. No se que más puedo hacer, mientras el reloj que si tic, que si tac, y para colmo, va la almohada flaquea, y se deshincha. Y yo sin sueño y sin nada. Venga, hombre ven, sólo seis horitas, tal vez cuatro. ¿Dos? Un sueño rapidito y nos olvidamos. ¿Sí?. Te prometo que no te llamo.

la mosquita

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