PASA LA VIDA
y pasa la vida
entre tés rojos con los que liberar lo peor de uno mismo
y guitarras desgarradas
que le acompañan por las calles que ya menos borrosas
y cigarros de los que dan la risa
para que las noches menos noches
y jugar a la rayuela para que regresar a casa sea distinto,
para no culpar a la rutina
y obligarse a bailar los pies en el metro aunque ya no tenga música en el alma
un quejarse a gritos con el flamenco
porque pasa la vida
al final pasa
también los desprecios
aunque ahora mueras a ratos
aunque todo te queme
la mosquita
llenando el hueco de los días, acortando distancias.
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