martes, junio 07, 2005

COSAS QUE SE QUEDARON PARA ENVÍAR.

Alguien a quien quiero, me dice: si lloras si inunda la latina.- lo dice porque cree que tengo los ojos grandes, los más bonitos que haya visto nunca, añade, pero se que miente. como otras veces, porque no me quiere, sólo juega a quererme, a que yo me lo crea. Es divertido, para él, supongo.
Y pienso en lo que nunca dice ni hace, y en todo lo demás, y claro, no puedo parar de tener los ojos brillantes, y en mitad de la noche, carreras de lágrimas, pitadas de cigarros y hojas llenas.

entre ellas, este pedacito de cuento que no le envío pero que igual, porque seguro que ya sabe.

si, se inundó la latina, ya ves.
el parké aguantando las olas, pobre,
y mi cama una barca, toda la noche tratando de alcanzar la orilla.
jum, al final el insomnio, harto de estar empapado, empujó un poco y a las tantas horas ya estábamos mi cama, mi sueño, y yo aferrados a la tierra con uñas y dientes .
completamente derrotados.
lo peor de haber atracado así
es que ya no sueño, no, ya no sueño.

La mosquita.
igual que cuando te sirves cafè y te das cuenta que no te queda leche o
como cuando te faltan cigarrillos a las tres de la mañana. Volando a ras del suelo. Cambiando de dirección, escapando de los niñitos que sonríen mientras me arrancan las alas, por la bromita, ji, que mona la mosquita sin alas, que mona. pufff
esperando poder coger carrerilla y piuum salir de aquí como un cohete.
bzzzzzzzzzffmmmfmfmfmzzzz

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