miércoles, marzo 02, 2005

MOSQUITAS A RAYAS.

Una abeja a rayas piensa que dios, es un tipo con un extraño sentido del humor. Se mira su aguijón y filosofa. Si me defiendo muero. Vuelve a examinar el apéndice picudo. Cavila. No quiero morir agrediendo. Preferiría que los demás me temiesen por otros motivos. Se limpia los ojos con los pelos rígidos de sus patas mientras sueña que no es una abeja. Sigue teniendo rayas - le encantan las rayas - y vuela, pero se defiende con su zumbido. Imagina que no sucumbe. Que a su paso sus predadores pierden momentáneamente la memoria. O que al escuchar el planeo zumbón de su vuelo, bailan sin poder evitarlo. O que tras admirar su abdomen rayado y un par de acrobacias, penetran en un estado hipnótico alucinógeno. Termina de enjuagarse los ojos. Ya no sueña. El olor del clavo y la salvia le devuelve a su condición de Apis mellifera. Agita las antenas. Sale disparada como una abeja.


La mosquita
Preocupándose por los amigos que vuelan, mientras lame un poquito de miel.

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