Y SE PUSO UN TANGO
Tuvo la misma sensación que al comprarse un libro nuevo, sin darse cuenta le sorprendió en el balcón ese particular olor que tienen sólo las páginas sin estrenar, sin viciar aún, las que esperan ansiosas a ser fantaseadas, y entonces se alegró de haberse deshecho de los cadáveres. Que toda la noche para dejarse matar pero que ya silencio. Y ahora lejía, desodorante y pintura. Que a partir de ahora, lígera y sin mochilas. Que sólo ella, y sonrió, dió una pitada al cigarrillo y se puso un tango.
la mosquita y año nuevo.
<< Home