EL RING DE LA UNA DE LA MADRUGADA
La una y pico de la madrugada. Pies en la mesa, té y galletas. Cuatro ring de teléfono.
-¿Diga?
-Eres una delatora
-....
Reconoció la voz en seguida. Aunque ya no había nadie al otro lado del teléfono.
Jum, molestarle de ese modo sólo porque trató de explicar al hombre alto lo que no sabía.
por contarle lo que en realidad había sucedido.
por explicarle que no fue premeditado.
que lo sentía.
Lo mismo -pensó mientras colgaba sin ganas el teléfono- el propietario de aquella voz era una de esas personas que creían que sólo existe un único punto de vista.
La mosquita
jugando a policias y a ladrones. Perseguida por un cazamoscas. ji sabiendo que volando alto.... no me atrapan. alitas bzzzz para que os quiero.
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