hoy hans tiene un año más.
ji
lo sé porque he pasado por su blog y me ha invitado a unas ciber cañas bien tiradas.
y venga tirones de oreja, felicitaciones y charla.
y entre dos párrafos, pum, me regala un poquito de inspiración para el post de hoy
pienso que mola ji, alguien que regala cosas el día de su cumpleaños. Sip, diferente. Los cumpleaños serían mucho más interesantes. Bien pensado, tiene más sentido. Regalar cosas a las personas que han hecho que quiseras vivir ese año, o al menos a las personas que han hecho que quieras celebrarlo. Qué nervios. Sip, me lo apunto para el mío que todavía no ha llegado. Que se preparen. ji
al final le he agradecido el gesto, con una sonrisa hamaca y un fino bigotito de espuma en los labios.
el regalo inspiración:
dedicar el post de hoy a mi reloj de pulsera.
Mi reloj de pulsera
siempre indica la misma hora
las 17.25
y me gusta
sobre todo porque cada vez que miro, pienso que es hora
de pies en la mesa, de otro café, de casi fuera de curro, de siesta, de si quedamos después, de si un masajeo, de ahí te tiro ese beso
vamos una hora lúdica, risueña, felí. Llenita de posibilidades
pero lo mejor de mi reloj del pulsera, es la correa
porque huele bien
porque es de colores
porque se puede comer
y claro vuelo felí con él
y cuando ando y no vuelo, juego a que no llego, y resoplo frente a las puertas del metro, mirando insistentemente mi reloj de pulsera una y otra vez
la gente al verme, se comporta rara y murmura
y eso me encanta
porque es muy similar a mi zezeo
y me hace sentir bien, porque me recuerda que no estoy tan lejos de casa
mi reloj y yo, nos conocimos en una piñata
y entonces, ni nos miramos
ahora, somos inseparables
bueno, hasta que la necesidad de asúcar apriete
ji
La mosquita
ya digo jugando con las horas. sonriendo sin saber lo malas que son las caries, con los bolsillos llenos de planes :)
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