ESTE FIN DE SEMANA PROMETE

Un coche alquilado
Una casa rural perdida en las montañas
Una boda poco convencional
Chuletones a la parrilla
Diez mil canciones horteras, barra libre, pies molidos.
Tres camas para seis
y resaca de domingo
Ji, este fin de semana promete.


la mosquita.
Ya os contaré como muevo las alitas en la boda de mi amigo marc.
yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu. zumbando sin parar. zzzz

y aunque pensé que cumpliría un año como una mosquita cualquiera
el fin de semana apareció con un única misión. Quitarme esa idea de la cabeza
y me trajo:

Una fiesta sorpresa con dos paraguayos
Regalitos echos a mano
Un viaje de ida y vuelta a las Vegas
Un número indecente de caipiriñas
Risas de abrazarse la tripa, los ojos y la cabeza
y un despertarse acompañada.
Un cardado atrevido para continuar de fiesta
cervezas con pastelitos
Un par de historias interesantes y
algo de comida, creo
Dos pisotones, cuatro copas y un duelo de caderas a muerte.
un poquito de sueño que dejaron en alguna almohada
carreras a caballo
bautizos de agua helada
y sueños de chuparse los dedos
porque al final ji, un montón de velas

La mosquita.
Felí a pesar de tener un año más. besitos al borde de los treinta, y un poquito de Lhasa una tipa portuguesa que hace que los lunes parezcan viernes. muchas zetas :)

Ya lo han hecho
me han marcado.
Tengo el número de serie impreso en la patita izquierda
tardaron cuatro segundos
y unos veinte cafés.

No dolió más que las otras veces.
ni resultó más acelerado.
Más bien fue un etiquetado limpio, aséptico, controlado.

La mosquita.
Una pena que en cuanto un díptero como yo, se aleja un poco de su acepción de musca doméstica, se la trate de silenciar a golpe de matamoscas.
jum, pues que el universo de dípteros sin alas, se entere,
yo voy a seguir lanzando zetas
zzz