viernes, febrero 25, 2005

BAMBULEANDO VOY, BAMBULEANDO ..

Prometí no ser autobiográfica,
Prometí que más ficción y menos mosquita, pero ayer volvieron a hacerlo
La primera canción y todo el bar nebulosa. Cadera, brazos, golpe de pecho, melenaza. Ya está, todos bailan.
La segunda, fumo y salto.
La tercera, percusión y sacudida. Pápados cerrados, latido de saxo, voz que fulmina y dos tragos de cerveza.
Alrededor, todo caras conocidas. Que asienten, que beben, que se muerden los labios, que cierran los ojos echando hilos de humo, que sonríen con los ojos y con las pestañas y con la punta de los dedos, porque allí también se aferran las notas, mientras el bajo, acaricia la piel que queda al descubierto.
Escalofrío suave, y abrazo. Más cerveza. Conversación
La cuarta canción y vuelo por encima de las cabezas, pierdo la conciencia, ritmo, ritmo, ritmo, otro cigarro y abrazo.
Quinta. La bateria y mis pies. La bateria y mis rizos. La batería y la curva de mi espalda. Al final irremediablemente soy un poco bateria.
Sexta. Otro trago y adivino acordes. Soy consciente como nunca de todo mi cuerpo. Me gusta. Lo de sentirme ligera, soy una línea vertical y mil ondas que se desparraman, jadeo y corazón. Otro trago.
Y la dos, y la siete y la tres...y qué como me las maravillaría yo y que te tomas la vida demasiado en serio, y que bambuleaaando voy, y María Escarmiento y que te den pomada... y que otraotra y las luces y el tiempo que corre más rápido porque no pesa y los para cuando un disco, y que geniales tus amigos, y que nunca antes, y que al siguiente no faltamos y los pelos locos, y corrillos y besos. Y adioses con sonrisas que duran semanas.

Sucedió en el juglar, los culpables: Mario ( percusión) , Iván( batería), Gonzalo(viento) Víctor(bajo), Savaltore ( guitarra) y Marta(voz)
LA BAMBULÉ BAND. !!!
Muchas gracias wapitos, que suerte tengo.

( la mosquita disfrutando de los ecos. ji, volando sin agitar las alas.
al próximo, aviso, ya digo, no hace falta tener alas.)

lunes, febrero 21, 2005

INSTRUCCIONES PARA SENTIRSE UN DELICUENTE SIN INFRINGIR LA LEY.

Debe hacerse de madrugada, y a ser posible en una callejuela desierta, húmeda, meada. No es difícil, cualquiera del centro vale. Para hacerlo bien y en esto ha de ser uno muy estricto, hay que estar sólo, nada de compañías. Busque un cajero y acorrálelo. Brazos abiertos, piernas separadas. La actitud es lo importante. Manifieste su ansiedad hasta que las manos le tiemblen, es el momento de sacar la tarjeta, intimide con ella al cajero, hágasela tragar*. Mientras espera comunicación, sobresáltese con ganas por cualquier cosa. El rodar ocasional de una lata de cerveza, el arrastrar de unos zapatos borrachos, o el bandear de una bolsa izada en lo más alto de una farola. Inmediatamente después, mire con ansiedad al cajero y hágale saber sin rodeos lo que desea. Golpéelo si es necesario. Golpéelo de nuevo, hasta que su odio se vuelva entusiasmo. Es justo el momento de un mirar vertiginoso hacia los lados. Cerciórese de que sigue sólo y amenàcelo por ùltima vez. Para ello volteé con ímpetu la mano derecha, de tal modo que la palma quede hacia fuera, y pueda mover los dedos con dinamismo. Continúe haciéndolo más rápido. Atosíguele, acósele, métale prisa, y murmure sin que se le entienda. No se deje intimidar por sus gemidos y lamentos, recuerde, para usted no es una persona. Finalmente el cajero se rendirá y le ofrecerá lo que pide sin resistencia. Disfrute de su bajeza. Cójalo todo y lárguese. Actúe con normalidad. Trate de olvidar. Mézclese con la gente. Piérdase.


* si se resiste abandone, no hay nada más aburrido que un cajero sin sentido del humor.

La mosquita
volando de lao.

jueves, febrero 17, 2005

LA HISTORIA QUE NO CUENTO



Hoy, estaba dispuesta a contar una historia, se me ocurrió ayer mientras cenaba con unos amigos, se coló sin avisar entre unas cuantas fotos y un par de comentarios. Estaba dispuesta, ya digo, a contar algo novedoso, menos biográfico. Un poquito de aire para la mosquita. Estaba dispuesta a contar por qué Diego Dolfinni se cambió de apellido y de zapatos en el mismo día, de por qué abandonó Buenos Aires sin decírselo a su mujer, de por qué lo hizo llevando tan sólo un abrigo rojo, de por qué tomó el barco equivocado y arribó en tierra del fuego, de por qué se quedó en silencio mientras trataba de deshacerse el nudo que le oprimía la garganta, de por qué decidió construir allí mismo la única cabaña del fin del mundo, de por qué cobraba cuatro pesos por sellar pasaportes a turistas y de por qué le encantaba silbar.

Estaba dispuesta, pero anoche, cuando llegaba a casa, cuando ya fuera zapatillas y todo sábanas, me invitaron al cine. Así de repente alguien desde el otro lado hizo sonar a Pink Floyd y la habitación a oscuras, y ya sabía sin dudarlo que era cine del bueno, y mientras escribía aparecieron tres víctimas atormentadas en mi cuarto, y los pelos de punta y ellos mirándome con esos ojos, y el loco seduciéndome con su baile, afilado, como su cuchilla, y esos labios rojos. Que no me bese, que no me bese, que sí. Pero no cuento más. Que quede entre nosotros. Sólo que hasta las cuatro de la madrugada. Silencio y aplauso. encantada.
que ganas de más cine.


La mosquita
Gracias j.
Hey! Teacher, leave, those kids alone!
All in all it’s just another brick in the wallAll in all you’re just another brick in the wall… ( espero que tengas miedo ji)

miércoles, febrero 16, 2005


LOS FINALES PRINCIPIO.


Siempre odié las películas con final feliz, prefiero los finales abiertos, o aquellos finales que se vuelven principio.
Por eso me gusta tanto esta historia.
Porque ahora X y Z miran distinto, porque se quieren más que nunca. Porque sin dudas todo se vuelve banda sonora. Y eso es lo que sucede ahora mismo, mientras trepan por la pantalla los títulos de crédito, envueltos entre murmullos y noche sin cielo. A pesar de todo, tienen la sensación de que no les falta de nada.
Esperemos que al encontrarse con la otra noche, cuando se miren a la cara, cuando vean otras películas, cuando otros finales, cuando se cuenten que por fin felices. Sea como antes. Porque entonces será para siempre. Y esa sensación me encanta.
la mosquita
aprendiendo a querer distinto, todo corazón, otra cosa.
por fin azúcar.

martes, febrero 15, 2005

PASA LA VIDA

y pasa la vida
entre tés rojos con los que liberar lo peor de uno mismo
y guitarras desgarradas
que le acompañan por las calles que ya menos borrosas
y cigarros de los que dan la risa
para que las noches menos noches
y jugar a la rayuela para que regresar a casa sea distinto,
para no culpar a la rutina

y obligarse a bailar los pies en el metro aunque ya no tenga música en el alma
un quejarse a gritos con el flamenco
porque pasa la vida
al final pasa
también los desprecios
aunque ahora mueras a ratos
aunque todo te queme

la mosquita
llenando el hueco de los días, acortando distancias.



lunes, febrero 14, 2005

UY, pero que malentendido más tonto o dónde dije digo, digo diego.


la tarde le enseñó entre vagones y charlas
entre teatro y vino
que era más fuerte que un
baobab africano o que un Ahuehuete
que ni grietas ni dudas
que pese a todo
que siempre humor
que al final nunca pasa nada
que un poquito de jazz, que un plato de pasta, que un mirar por el balcón
y ya dispuesta, que a comenzar de nuevo
que invencible, que liberada, que al final de pie.
que mire usted, qué que ganas.


la mosquita.
dejando de revolotear por las charcas, que todo sapos y
ahora reconociendose las alitas, los ojos y las patas peludas. Que a volar

viernes, febrero 11, 2005


CAMBIOS, cambios, cambios.

y el sol calienta a pesar del invierno
mientras algunos proyectos desparramados en la mesa
entre cañas y expectativas
nos contamos historias
despreocupados
radiantes
mientras, el desfilar de coches, ¡mira aquél perro!, la señora del sombrero, tus ojos
qué ganas de trabajar juntos
y sin querer otras historias que no irán a ninguna parte
pero quién, si no los amigos.
y se nos va la tarde.


Se nos adelantó la primavera

fin de etapa.

la mosquita.

posada en la chaqueta italiana del tipo de mirada extravagante. moviendo alitas. zumbando. con ganas de volar juntos.




jueves, febrero 10, 2005

INSTRUCCIONES PARA LEER EL POST: COGERLO CON GANAS Y PONERLE MUSIQUITA


maldita tranquilidad
un cigarro es la salida, cansa pero agota
allá suenan las campanas...
ay, tanta gente y tan poco escenario...

y manuela detrás de estas letras,
con esa voz que siempre cura el alma

( haga el tiempo que haga)

gracias manuela. pedazo concierto
me encantaron las voces servias.

La mosquita
paseando del revés por los cristales.

miércoles, febrero 09, 2005

EN LA UVI

Creo que voy a empezar a cuidarme un poco
a sonreirme por dentro
a pisar el suelo con agallas
a sorprenderme regalándome cosas
a ser más lúcida, más cuerda, menos idiota
a dejar de querer unilateralmente
a entender que del palabrerío sólo queda el humo
a abandonar la mala costumbre de decirle a la gente fascinante, que es fascinante, al final siempre dejan de serlo.
sí creo que voy a empezar a cuidarme un poco
voy a caminar entre la gente, con los ojos bien abiertos, voy a dejar de soñar.

la mosquita
despierta y con ganas de zumbar muy lejos.
(me rindo como Léolo)

martes, febrero 08, 2005

PSSS...

Pues ya no sé si feliz,
ya no tengo la certeza
ni los ratos son tan largos
porque sonrío pero a pesar de todo
soy vulgarmente amable
miro al transistor mientras desayuno
escribo de un tirón
despierto con sueño
corro como un conejo.
y el deseo de repente se ha convertido en algo más solitario y cada vez menos deseo
aunque no esté segura del todo
ya no miro con todo el cuerpo, eso sí
y por eso hoy menos feliz.


La mosquita
recibiendo el lunes en martes, buf!!

lunes, febrero 07, 2005

FELIZ

Sí, y tengo la certeza de que lo soy.
Al menos a ratos, y esos ratos cada vez duran más.
porque no dejo de sonreír por tonterías
soy irracionalmente amable
bailo mientras me preparo el desayuno
escribo de un tirón
sueño despierta
corro igual que un conejo
y el deseo de repente se ha convertido en algo más fuerte que un arrancarse botones o una lengua en la espalda.
aunque no esté segura del todo
miro con todo el cuerpo, eso sí
y soy feliz.


La mosquita
que vuela sin saber que es lunes.

viernes, febrero 04, 2005

SÓLO UN JUEGO

La otra noche, mientras pelaba mandarinas, tuvo la certeza de que jamás volvería a ser tan feliz como lo era en ese instante, bajo la manta roja, con los pies en la mesa; sabiendo como sabía que nada de todo aquello era real. No lo era. Nada. Ni las madrugadas preñadas de besos sin labios, ni los te quiero, ni los yo siempre a tu lado. Porque sabía que tan sólo palabras, y de las impetuosas, de las que se lleva el viento. Pero igual, porque le entusiasmaba inventarse con ellas historias rocambolescas y de repente volar hasta Berlín, China o Nueva York, que dejar que su corazón en un puño, que tocar como nunca el saxo, que ni rozarse un pelo y escalofrío, que si sí, que si no, que te odio, que lo mismo te quiero, qué que va, que sólo un juego, que toda diván.
Pero ya digo, a esta mujer trastornada le encantaba caminar sin rozar el suelo, porque allí nunca encontraba obstáculos, y podía ser ella todas las veces que le diera la gana, y todo, a pesar de que le mataran las agujetas al despertarse.
La mosquita
Creyéndose mariposa.

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