jueves, junio 30, 2005

vaya, ya es jueves, sip
y de repente todo huele a libro nuevo
a sábanas limpias
y a incienso.

Hay huecos que se llenan
y me gustan

abriendo balcones estoy, sí.

dejando que me miren mientras zumbo sin mirar atrás.
sabiendo que lo esencial es lo que no se dice, sip
abandonando palabritas porque sólo palabritas y nada más
porque sólo pesan.

la mosquita.
que necesita de tó, menos ánimo.
porque tiene dos alitas que ya curadas
y que bien puestas. ji.





lunes, junio 27, 2005

buscando huequitos para enterrar certezas.

me quedé sin luna
vaya, al final no quiso que le habitara,
ahora las noches serán más noches
y negras
y frías
aunque siempre tendremos azúcar en los bares
y museos sin cuadros
y las islas de césped llenitas de caballos
y jamón, mucho jamón.
la vida intensa, ya sabes
que con nosotros no puede ni el tato
jou, cómo te voy a echar de menos j

tk
volando voy, volando vengo, vengo...
besito.

la mosquita.
estrellada en la puerta del balcón, shokeada, con todos sus ojitos tristes, con dolor de tó, tratando de despegar sus cuatro patitas peludas
y no quiere
pero claro las necesita para poder volar.








lunes, junio 20, 2005

gazpacho de cerezas y flamenkito en la mesa.

Y la noche me sorprende mientras charlo con mi compi de piso sobre el querer que te quieran, y el no hay manera. Le digo que se me hace tarde, pongo flamenkito y me someto a una ducha fría. Falda, colorete y cacao. Portazo y en la calle.
Jou qué luna y llego tarde. Ando deprisa por las calles, y ni aún así el viento me da en la cara. Una chancla luego la otra, un par de farolas, y un agosto asfixiante en mi escote.
Llego y no está, juego a encontrarle por las calles. Voy tranquila, algo fumada, mejor, así me costará menos ser amable. Tres caderazos y le veo al final de la calle. Ningún beso, claro. Buscamos a su amigo que espera en el metro. Mientras llegamos me regala una historia nueva. mola. Le sonrío como siempre. El protagonista es capaz de adivinar el futuro cuenta, jum, a mí sólo me interesa el presente, pero él no se entera.

Por fin en Taberneros, no queremos vino, hoy toca agua, pero no paramos de pedir cosas. Nos encanta este sitio. Estamos tranquilos e iniciamos conversación: pero qué rico que está todo, un día de estos al buli, yo nunca cocino en casa, pues yo hago unas empanadillas de gulas, pues mi fiesta de disfraces fue chulísima, pues nada comparado con una manguera de bombero en plena cara , y el otro que si éste, su mejor fin de semana, el mío no, curioso que hablemos del mismo fin de semana y que además lo hayamos pasado juntos. lo que yo digo dos mundos.
Comemos. más alabanzas al menú, algunos silencios agradables y otros menos. Entran cuatro tipos con melena. Lo veo por encima de su hombro. Cantaores pienso. Lo comento en la mesa y siembro la duda, les veo charlar con el camarero y en un segundo al lado nuestro. Y claro, de repente, todo el bar huele a flamenco. Y escuchamos lo que dicen pero no acertamos a saber quienes son, mientras lo hacemos, cada uno en su mundo, mirando a ninguna parte, con nuestro off particular, ¿qué si pudiera tener superpoderes? Pediría inmunidad absoluta, que nadie me hiciera daño, contesto.
De repente el ceceo de al lado nos impulsa a sonsacar al camarero, nos guiña un ojo, es Vicente amigo, dice. Jum qué suerte. Giramos cabezas como tres tontos, y le preguntamos cuando le toca a madrí un concierto. Nos dice que aún no, pero que le encantaría porque, “donde voy echo raíses no puedo evitálo”. Los tres nos miramos, estaría genial que tocasen. Sí. Seguimos cenando, ahora codillo confitado. Insisten pero no lo pruebo. De repente los flamencos beben vino, y otra botella y otra. Y seguimos charlando de cosas tontas, y pum de repente, nos quedamos a solas con ellos. Ninguna mesa más que la suya y la nuestra.
Y los dedos de Vicente amigo que golpean la mesa y que se arranca, y el bailaor guapísimo tó de blanco le acompaña. Y el de los dedos hormiga, que lo mismo acaricia, golpea o ataca. ¡Vamonó!. Todo vale, la caja de vino que ahora es cajón, y el suelo tablao, y los tres mirándose, fijamente, todo ojos y cante y manos y suspiro final por seguir juntos en cada estrofa, ahahahahahaah, me recuerda al sexo. Y un par de firmas en la bodega “aquí ciego”, y letras que hablan de estar borracho de amor y otras letras. Y yo en el cielo claro, porque hace un rato lo habíamos pedido y ahora sólo para nosotros, por eso dejamos el agua y pedimos un vino para no tener que marcharnos, dulce sí, lo que sea.
Y copa en alto y riquísimo y encima el camarero nos invita, porque él también da palmas. Y risas contagiosas y felicidad absoluta, con sonrisa sandía de la que no te acuestas. Y al final besos y abrazos y gracias. Sí, señor, porque me hicieron reírme a carcajadas y olvidarme que todo era triste alrededor.
Ji. Listos para afrontar la semana. Sip


LA mosquita. Feliz por que por fin algún deseo concedido, el primero. Con ganitas de recorrer medio mundo, viviendo la vida intensa, la mía, completamente sola. Ji un besito de lunes

jueves, junio 16, 2005

QUÉ ME VOYA DAR SOPRESAS, OYE

hace mucho tiempo que no me dan una sopresa, de las buenas, digo. Y estoy pensando que para qué voy a esperar, que lo mismo:

algo sencillo, no sé, jugar a elegir otra marca de café, y guardarlo en otro armario. Y así el café distinto, y otro aire de día, otra cosa.

O encontrar por casualidad esas sandalias que hace cuatro años que no salen de casa. Y buscarlas con todos los brazos en el fondo del armario, y disfrutar de su salida triunfal, y darles también a ellas una alegría, las pobres. ( ji, claro y escucharlas charlotear con las otras por la noche)

O coger otro camino para volver a casa. Otros portales, otros vientitos de esos que de repente al cruzar la esquina, bum y todo el pelo en la cara, otra cosa.

O distraer al caballo con un rastrear de calles, atajos, y gente y cervezas espontáneas en cualquier plaza.

O entrar al cine y pensar un número, el que se quiera. ¿si? memorizarlo, decírselo con empuje a la taquillera, sí el cuatro, sala cuatro. no, no me diga el título. sí ese asiento va bien. Jaja. y sentarme a ver lo que el azar decida. si no me gusta me acuesto y me regalo una siesta en dolbi surraun ji

O dejar la puerta abierta de mi casa, a ver quién pasa.


la mosquita,
buscando sopresas, que ya está bien de tanta chistera, y varita mágica.
la mosquita maga echando a volar.ZZZZZZZZZZ

martes, junio 14, 2005

EN ESTOS CASOS, NUNCA SE ENCUENTRA.



Cuando llega al octavo cigarrillo, se da cuenta de que tiene una idea, vaga y como a pedazos, pero una idea. Así que deja de juguetear con el pincel que tiene entre sus dedos, plim, plam, lo sumerge en rojo. Gira la muñeca, mancha la tela, alza la ceja izquierda como si fuera una tilde. Y así sin más el alrededor desaparece y se queda a solas con la tela.

Y es, entre el décimo y el undécimo, cuando aparece la forma de una mujer, y ya no para, primero un pecho, luego cadera, luego melena y rodillas. Más mojar pincel, una y otra vez, y venga pies, no se cuántos, y más pechos que nacen y mueren, y el sudor en la frente. Hombros, pantorrilla. Que no, que mejor de espaldas, no está seguro, ahora que la mira desde otro lado, mejor enciendo otro pitillo, a ver que pasa. Y le cae la noche encima, pesada, húmeda. Menos mal que las horas de madrugada pasan más deprisa – piensa Juan, el pintor de a ratos- . Y esos ojos que no salen, salen sí, pero no, y otros desiguales, y ahora torpes, y enanos y después de un rato casi tiene las pestañas, y casi el iris, pero qué color, cuál.
Y mientras pinta suspira, con la muñeca en alto. y la mujer cada vez más mujer, y las caderas más caderas, y esa melena que huele, porque juan, el pintor de a ratos, la huele, de eso, no hay duda. Y sus ojos que ya por fin son ojos como dios manda, le miran, hasta le parpadean. Y claro el pintor que piensa que está excitado, porque si no a qué viene el cosquilleo, y el escalofrío en la nuca, y esos labios mordiéndose unos a otros, y el calor, ese calor horrible que alerta sobre lo inevitable, vamos, que juan se excita hasta tal punto, que no puede seguir pintando, porque se ha dado cuenta de que tiene los ojos en blanco y la cabeza ligeramente ladeada, sí, sin duda alguna, esa tía, la del cuadro, le pone cachondo. y se deja llevar porque es verano, y la brisa le pega en la cara, y no se oyen voces, ni nada, y está tan solo, tanto.
Que claro, allí mismo sin mediar palabra, abraza al cuadro, lo tumba, lo pinta con su cuerpo, se embadurna, se pega, se despega, se despeina en rojo, y vuelta y vuelta, ahora es el cuadro quién está arriba y luego abajo y así la noche es menos noche y llega el día. Y juan el pintor de a ratos despanzurrado en el suelo, fuma un cigarrillo, a su lado, está la tela. Que ya no es una mujer, son manchas rojas y no rojas, carmín, pelos, huellas de labios, pestañas, arañazos naranjas, rojos. Y juan mientras apaga el cigarrillo piensa que nunca encontrará un nombre para ese cuadro, si es que es perfecto, es la pasión pura, repite. El arte.


La mosquita Que inspirada entre gazpacho y sandía. Un poquito de color antes de ponerme a trabjar. Muaaaaazzzzz besito imperfecto.

lunes, junio 13, 2005

Se aprovechó de que hubiese estado todo el día bebiendo.
de que no pudiese hablar correctamente
de que apenas se mantuviera en pie
se aprovechó de que era de noche
de que estaba desorientado
de que no sabría volver.
sí, lo admito, abusé de mi amigo, de tal manera que acabo besándome
y claro eso fue lo peor, porque me gustó tanto que le agarré del pelo y le obligué a repetir, ji.
no tengo ni idea de lo que sucedió después,
sólo sé que desperté con cinco cardenales en la rodilla, tres en el codo
y una sonrisa entre hamaca y sandía
por lo visto mi amigo no me reprochó nada
eso es lo mejor
está dispuesto a dejar que pase de vez en cuando
no quiere perderme, dice
yo tampoco.

la mosquita.
felis porque finalmente sabe que no es un moscón verde y ruidoso, sino una mosquita, tranquila con ganas de volar y muchas agujetas bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz :)

miércoles, junio 08, 2005

MMMMMFFFFF, TOMO IMPULSO Y YUHUUUU

Y mucho mejor porque cada comment una tirita
Y de repente mis alas son pura cometa, ji pero sin hilos
y las froto para entrar en calor, después de tanto frío
y pum, pim, pam vuelo sin motor,
y el viento de nuevo en mi cara

y si paro, se que me espera la terraza, los anacardos y el vino.
y los pies descalzos
y el sol en mi pelo
y muchos portales
y otros tantos vuelos
y me sorprendo tarareando tonterías mientras me lamo las patitas, ya ves tú.
zumbandoooo voy, zumbaaaaando vengo


grasiassssssssssssss porque ya volando muazzzzzzzzzzzzzzzz

martes, junio 07, 2005

COSAS QUE SE QUEDARON PARA ENVÍAR.

Alguien a quien quiero, me dice: si lloras si inunda la latina.- lo dice porque cree que tengo los ojos grandes, los más bonitos que haya visto nunca, añade, pero se que miente. como otras veces, porque no me quiere, sólo juega a quererme, a que yo me lo crea. Es divertido, para él, supongo.
Y pienso en lo que nunca dice ni hace, y en todo lo demás, y claro, no puedo parar de tener los ojos brillantes, y en mitad de la noche, carreras de lágrimas, pitadas de cigarros y hojas llenas.

entre ellas, este pedacito de cuento que no le envío pero que igual, porque seguro que ya sabe.

si, se inundó la latina, ya ves.
el parké aguantando las olas, pobre,
y mi cama una barca, toda la noche tratando de alcanzar la orilla.
jum, al final el insomnio, harto de estar empapado, empujó un poco y a las tantas horas ya estábamos mi cama, mi sueño, y yo aferrados a la tierra con uñas y dientes .
completamente derrotados.
lo peor de haber atracado así
es que ya no sueño, no, ya no sueño.

La mosquita.
igual que cuando te sirves cafè y te das cuenta que no te queda leche o
como cuando te faltan cigarrillos a las tres de la mañana. Volando a ras del suelo. Cambiando de dirección, escapando de los niñitos que sonríen mientras me arrancan las alas, por la bromita, ji, que mona la mosquita sin alas, que mona. pufff
esperando poder coger carrerilla y piuum salir de aquí como un cohete.
bzzzzzzzzzffmmmfmfmfmzzzz

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